(15) El adulterio –y II
–Leí el post anterior y el caso Pavarotti me vale, pero el caso Martini no, porque es aislado.
–¿Aislado? Sus declaraciones recibieron muchos apoyos. Según los directores de Vida nueva y de Religión digital, por ejemplo, representan el pensamiento de una gran parte de la Iglesia. Y es verdad.
Adulterio-perverso y adulterio-mal-remedio. En el post precedente cité yo intencionadamente dos casos muy especialmente escandalosos: el adulterio de Pavarotti, que termina en la apoteosis catedralicia de Módena, y las increíbles declaraciones de un Cardenal partidario de que la Iglesia cambie su doctrina y su modo de tratar a los cristianos «divorciados que han vuelto a contraer matrimonio» (sic). Lo hice para mostrar hasta qué punto el horror al adulterio ha ido derivando a una tolerancia próxima a la complicidad.